El Jardín – Laura Montero http://test.laumonteroc.com Estrategias de Comunicación y Procesos Creativos Tue, 18 Aug 2020 21:40:37 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.7.2 http://test.laumonteroc.com/wp-content/uploads/2021/09/cropped-ico-lm-32x32.png El Jardín – Laura Montero http://test.laumonteroc.com 32 32 Conexión plantas: mi historia del descubrimiento de la jardinería http://test.laumonteroc.com/conexion-plantas-mi-historia-del-descubrimiento-de-la-jardineria/ Tue, 18 Aug 2020 21:40:37 +0000 http://laumonteroc.com/?p=3470 No importa si salgo como recortada de un estudio de consumidor de Mckinsey, porque si algo hay que reconocer es que la pandemia nos impactó a todos y es cierto que nos hizo retroceder a costumbres que se nos habían hecho “añejas”.
Antes que nada, me declaro, hoy todavía, una neófita en el mundo de la botánica y su prima hermana la jardinería, incluso habiendo nacido en un país como Costa Rica. Lo cierto es que la Pandemia me encontró en casa, con mi familia, y un estatus un tanto desguarnecido en materia de plantas. Teníamos un jardín, claro está, pero no le prestábamos mucha atención.
Mi esposo se ocupaba más de ellas, y fue en cierta medida el encargado de que las plantas siguieran vivas, sobre todo esas que representaban recuerdos, que habían sobrevivido a las mudanzas, “la que tu mamá nos regaló apenas nos mudamos a vivir juntos”.
La pandemia hizo que volviera mi mirada sobre algo simple y real que podía tocar, disfrutar, ver crecer y todo lo contrario a la crisis, la enfermedad, la macroeconomía y tantas otras cosas que no podemos ni controlar, ni tocar, ni mucho menos disfrutar.
Las plantas me reconectaron además con mi familia: con mi madre, en intercambios de macetas y retoños, con mi marido y con mi hija, rediseñando el jardín, cambiando el zacate, trasplantados, instalando una minúscula huerta de donde ya cosechamos la primera ensalada de rúcula.

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Como decía al principio, no importa si parezco sacada de un estudio de consumidores encerrados en cualquier otra parte del planeta, sino haber podido aprovechar la pandemia para volver a lo esencial, para hundir los dedos en la tierra y chequear cada mañana los distintos espacio verdes que hemos venidos recreando. Hablar de plantas, pensar en ellas, cuidarlas.
Así fui ingresando a un mundo nuevo para mí, lleno de detalles que cuidar, sensibilidad y personas con quien compartir, desde la familia a los miles de expertos regados por los viveros de este país, con un tip para cada consulta. Un mundo silencioso, respetuoso, no invasivo, no demandante, un universo en equilibrio biológico que quizás algún experto pueda explicar con más fundamentos, pero que es igual para cualquier mortal que quiera entrar en él.
Quizás sea este el reverso de la gran desconexión en la que estábamos montados en la era pre-covid. Quizás sea algo pasajero, no creo, los estudios también dicen que la mayoría de los cambios de las conductas llegaron para quedarse, desde la aceleración digital a nuestro interés por cultivar o cocinar nuestros alimentos, comportamientos que se están multiplicando en todas nuestras casas, para conectarnos con la esencia de lo que somos.
Esta es mi historia de la conexión con las plantas, un Internet sin spam ni distracciones, una actividad de concentración pura y genuina, por naturaleza. Seguro vos tendrás la tuya.

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Mindfulness: entre el calor y la lluvia http://test.laumonteroc.com/mindfulness-entre-el-calor-y-la-lluvia/ Mon, 15 May 2017 21:57:24 +0000 http://laumonteroc.com/?p=2025 Durante la época lluviosa experimentamos días lentos y ruidosos. Al principio este momento de transición nos movemos entre mañanas muy calurosas y húmedas y tardes frescas y mojadas. Uno puede sentirse agobiado y desear que llegue ya diciembre y la época seca. Soñamos con esas tardes de verano a lo tico que tanto nos hacen bien. Por eso te invito a tomar conciencia de lo que está sucediendo en estos meses, paso a paso. De modo que, aun si durante la noche cayó más mucha lluvia, esta práctica sencilla de 15 a 20 minutos te brindará ayuda en la lucha contra la humedad, el calor bochornoso y la lluvia en general.

Te sugiero que hagás esta práctica bien temprano, idealmente al amanecer, con una taza de café o té. Ver el mundo despertarse junto con nosotros es un momento excelente para hacer este ejercicio. Establecerá una intención positiva para tu día con muy poco esfuerzo de tu parte.

Escribí tus respuestas abajo o en tu diario. Compartí tus observaciones conmigo en Instagram con el hashtag #mindfulnesscr, mientras tomás conciencia de cómo la época lluviosa te invita a vivir nuevas experiencias.

1. ¿Qué está cambiando afuera con la llegada de la época de transición?

2. ¿Cómo te hacen sentir las primeras lluvias?

3. ¿Cómo te sentís hoy, esta mañana?

4. ¿Qué cambios sentís en tu cuerpo durante la época lluviosa?

5. ¿Cuáles metas tengo para esta estación lluviosa basadas en donde estoy en este momento?

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Escalante, un barrio caminable de San José http://test.laumonteroc.com/escalante-un-barrio-caminable-de-san-jose/ Tue, 31 Jan 2017 22:34:19 +0000 http://laumonteroc.com/?p=1532 Hace unos 7 años me mudé con mi pareja, Fede, a las inmediaciones de Barrio Escalante, un apartamento viejo en un enclave alternativo en las fronteras de Los Yoses y La Cali, que muy bien aprovechábamos en los inicios de nuestro proyecto familiar, con más tiempo y juventud para gastar que nunca.

Sin embargo caminábamos mucho por Escalante, y justamente nuestra caminata solía iniciar por la calle de lo restaurantes, el actual Paseo Gastronómico la Luz, cuando solo había unos pocos pioneros gastronómicos regados por allí, bastante disimulados en el barrio. Lo llamábamos entonces el mini Palermo Hollywood, en alusión a este barrio de Buenos Aires que conocimos en nuestra improvisada luna de miel.

En esas caminatas siempre hablábamos de la buena ubicación del barrio, de las casas grandes, las calles amplias, en fin todo lo que otros con visión comerciante capitalizaron años después.

La apropiación de los barrios céntricos y tradicionales de las grandes ciudades no es un fenómeno nuevo, y parece seguir la lógica de convertir lo anacrónico en negocio. Un modelo de vivienda que ya no resiste habitabilidad residencial por sus dimensiones, más la presión inmobiliaria del precio de la tierra parece estar destinado a ser un emprendimiento rentable o a desaparecer.

Pero hay algo más que esto, y esa percepción de lo evidente que casi siempre se nos escapa o dejamos escapar y que venía de esas caminatas que hacíamos con Fede apenas nos mudamos. Escalante es un barrio con aceras, un barrio caminable.

Esa caminabilidad no sólo dio pie a uno de los principales polos gastronómicos de la ciudad, sino a uno de los festivales de gastronomía más tentadores y completos de la ciudad. Un auténtico festival donde ya no sólo se disfruta de la buena comida en la calle, sino donde convergen el arte, la cultura, las marcas comerciales, los proyectos inmobiliarios de la zona, entre otras novedades. Hasta un cine al aire libre podemos encontrar hoy en Escalante.

Hoy tenemos una niña de 1 año y nos mudarnos un poco más hacia el este, subiendo hacia San Pedro, en busca de un mejor espacio para nuestra vida familiar, sin embargo solemos llegar hasta Escalante a respirar esa sensación de espacio de urbano transitable, cochecito de bebé incluido. En una ciudad inconexa e injusta para los amantes de las caminatas, este mini paseo cosmopolita nos da una gran alegría.

Y vos ¿qué lugar de la ciudad me recomendarías para dar un paseo?.

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Lecciones de un jardín http://test.laumonteroc.com/lecciones-de-un-jardin/ Wed, 30 Sep 2015 19:53:29 +0000 http://laumonteroc.com/?p=1170 Mi mamá siempre ha tenido plantas. Cuando era niña en el patio de mi casa había un árbol de cas y más adelante orquídeas, rosales y ahora ya en su etapa de abuela, una mini huerta. De casualidad mi suegra es igual, una amante de las flores, las plantas, el campo, las hierbas, en definitiva la naturaleza. En Morrison, Córdoba, en la pampa argentina, crecen otro tipo de especies pero con igual fuerza que en Moravia, Costa Rica. Yo nunca cuidé una planta. Las únicas flores que me interesaron fueron las que recibí de algún noviecito de adolescencia para pedir perdón, permiso o no quedar mal un día de los enamorados.

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Pero cuando me fui a vivir con mi marido, una de las primeras cosas que nos regaló mi mamá fue una planta. Bueno más que un regalo, nos heredó una planta de su jardín. Después de ese helecho, vinieron dracenas, cactus, orquídeas y geraneos. Gracias a Fede, comencé a apreciar su belleza, su función dentro de la casa y lo más importante a dejarse enseñar.

Muchos años después y en un espacio más cómodo, el jardín ahora incluye hierbas medicinales y aromáticas, 1 palmera y más variedad de plantas. Todavía nos acompaña la planta que nos heredó mi madre y las otras que compramos mi marido y yo al inicio de nuestra relación. Hace un tiempo solicité la coordinación del jardín, es decir, estar a cargo de su cuido, mantenimiento y extensión. Sin embargo, el camino a tener lo que yo creo que es un jardín agradable, no ha sido fácil. He regado de más, no he regado lo suficiente, mucho sol o poco sol, he comprado macetas que no sirven, me han atacado gusanos, hongos y tres lagartijas y una auditoría externa por parte de mi madre y mi suegra (la cual aprobé).

Pero sé que he aprendido cuando llego a un vivero y él chico que atiende y yo nos entendemos. No es la misma sabiduría que el de las señoras pero tampoco es la ignoracia de una veinteañera. Es por esto, que quiero compartirles 3 cosas que he aprendido de las plantas, así como de tener y cuidar un jardín.

1. Comprobé la frase: Las relaciones son como las plantas, si no las cuidas se mueren.

Si no nos interesa algo o alguien, se seca y desaparece. Es la ley de la vida. En muchas ocasiones es triste pero inevitable. Pero por el otro lado, si amamos algo y logramos entender, cada cuanto le gusta que le echen agua y cuanta cantidad de sol le hace bien, como una planta, estaremos ante un evento maravilloso en nuestras vidas.

2. Acepté que todas las cosas tienen su tiempo.

Cuando uno compra una cala, un geranio o un anturio, desearía que siempre tuviese flor o que floreciera rápido o cada cierto tiempo. Más en mi caso, donde la impaciencia me acompaña todos los días. A ellas no les importa. Siempre deciden su camino sin que yo pueda controlarlo, como pasa con la mayoría de las cosas en la vida.

3. Empecé a pensar menos en mí.

Cuando un amigo mío se iba a casar, en un curso matrimonial les dejaron la tarea a él y su futura esposa de cuidar una planta entre los dos. Yo no sabía ni que eso se hacía ni que eso servía. Tener un ser vivienda en una casa requiere compromiso. Hay que negociar con el otro, si el cuido está siendo el correcto, si hay que comprarle un compañero, quien riega o quien le hecha abono o fertilizante. Negociar, atender, cuidar, observar, te sacan de ese ensimismamiento en que vivimos la mayoría todos los días.

De igual forma, el aprendizaje continúa. Por ejemplo ahora la cala tiene unos hongos que descubrió mi suegra y tenemos que ver como se los quitamos. ¿Algún consejos o tip?

 

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